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Almorox, Villa con Encanto

Tradiciones

SARGENTERÍA

A lo largo del año, Almorox tiene diversas tradiciones en las que disfrutar de los encantos de esta villa y del compromiso de sus habitantes para conservarlas. Comienzan durante la época de carnaval con la sargentería o “soldadesca de ánimas”, una hermandad que se instituyó en la villa en la primera mitad del siglo XVIII.

Esta celebración se trata de un Carnaval de Ánimas, cuya tradición se origina a raíz de un brote de peste que tuvo lugar en la localidad, instituyéndose la hermandad con el fin de dar enterramiento a quien no dispusiera de medios y a quienes carecieran de familia. Entre sus obligaciones, la sargentería debía tener un féretro y un sudario, además de la misión de evitar escándalos y malas conductas durante los días previos al carnaval.

Desde sus orígenes, la sargentería de Almorox ha estado compuesta por matrimonios que cada año se ofrecen para coger las riendas de la soldadesca por un año. En el Domingo Gordo de carnaval, la sargentería, tras haber acudido a misa, se dirige a la plaza donde tiene lugar uno de los actos de mayor atractivo de la fiesta: la subasta de la caza. Días antes se recoge en los cotos cercanos y en este domingo se cuelgan en los arcos del ayuntamiento conejos, perdices y otras especies para subastarlas. A continuación, se puja por el “Ramo de Ánimas”, un pequeño pino previamente traído del pinar del que se cuelgan viandas y objetos de todas clases que los sargentos han ido anteriormente recogiendo por las casas de los almorojanos. Lo recaudado se destina para misas ofrecidas a las ánimas benditas y para mantener las tradiciones de la hermandad.

El lunes por la tarde, después de los actos religiosos, se baila la Bandera de Ánimas en la plaza y a continuación los sargentos invitan al pueblo a tostones, bizcochos y limonada.

El martes de carnaval se realiza el acto de entrega de la sargentería a los nuevos miembros. Este acontecimiento tiene lugar en la iglesia, donde juran ante la Biblia cumplir con los fines de la hermandad y se produce el intercambio de cargos finalizando con el tradicional baile de la bandera.

Almorox ha sabido transmitir el cariño por esta bonita tradición de generación en generación. La sargentería tiene un peso muy importante en la localidad y los almorojanos contribuyen cada año a su supervivencia, manteniendo así una valiosa parte de su historia.

ENCIERROS

Almorox siempre ha tenido gran tradición taurina siendo celebres sus encierros, los cuales han ido variando en duración y recorrido a lo largo de los años. En sus inicios eran campo a través desde donde los mozos guiaban a los toros hasta la Plaza de la Constitución para ser lidiados en la tarde del 16 de agosto, coincidiendo con el primer día de festejos.

A consecuencia de la caída de un cabestro a un pozo, se decide traer en cajones a los astados y soltarlos en el Puente de la Reverencia por la calle Indiano hasta la Plaza. Así transcurrirá hasta que se cambia la ubicación de la plaza de toros a la explanada de detrás de la iglesia, siendo el recorrido por primera vez de noche desde la Plaza de los Boyeros, tradición que volverá muchos años después.

Debido al auge de la fiesta, la plaza tuvo varios cambios de ubicación quedando en la actualidad instalada en terrenos cercanos a la antigua estación del tren, donde están los chiqueros que acogen a los toros antes de la lidia. El actual recorrido parte a las 8 de la mañana de la calle Villa del Prado y transcurre por la Avenida de la Estación.

QUINTOS y MERENDONA

La tradición de los quintos se remonta a la edad Media cuando se celebraban los ritos de transición a la edad adulta. Con el paso del tiempo y la obligatoriedad del servicio militar, el 31 de octubre, los quintos nuevos a los que se tallaban para entrar en quinta al año siguiente, cortaban un pino grande, al que llaman viga, trataban de hacerlo de noche y en secreto, ante la oposición de los quintos viejos. Una vez en la plaza y tras ser embadurnados con puches crudas, la viga ardía y mientras tanto los quintos realizaban pintadas con almazarrón (pigmento rojo) en paredes y puertas de corrales, etc.

En la actualidad el ayuntamiento baja la viga a los mozos para que la quemen y celebren la fiesta.

Otra de las tradiciones más arraigadas en la localidad ocurre durante la Semana Santa. En el domingo de Resurrección, los almorojanos acuden al Pinar a celebrar “la merendona”, un día de esparcimiento para disfrutar de su entorno donde no puede faltar el típico hornazo y la tortilla española.